Soñé que estaba en una especie de escuela, o biblioteca, o un edificio de ese tipo, y que estaba todo cayendo... como si hubiera un temblor o algo asi... Entonces yo iba corriendo por un pasillo, y del otro lado del mismo me encontré al Papa Juan Pablo II. Cuando lo veía con más atención, me daba cuenta que estaba llorando, terriblemente angustiado... Yo comenzaba a correr hacia él, sin importarme que el lugar se estaba cayendo a pedazos, y sin darme cuenta que estábamos en grave peligro...
A mí solo me importó correr y llegar hasta él. Pero cuando estaba como a 20 metros o menos, por más que seguía corriendo, ya no avancé más. Era como si no pudiera acercarme a él, por más que yo lo intentara...
Después de un rato de intentarlo, viendo que no avanzaba nada, sintiéndome agotada y viendo que Él seguía llorando a mares, me detuve, y le pregunté porqué lloraba. Alrededor de nosotros, el lugar seguía desmoronándose, y yo quería sacarlo de ahí, alejarlo de ese sitio de muerte y destrucción. Se podían escuchar gritos, y como el techo se caía... Era terrible...
El Papa seguía llorando inconsolablemente, y yo seguía preguntándole qué era lo que le pasaba, porqué lloraba así, si podía ayudarlo en algo...
Entonces escuché un ruido muy fuerte, que casi me aturdió, y ví que un trozo del techo venía hacia mi. Por un momento me quedé helada, pero pronto me vi a mi misma gritando y tratando de cubrirme... Y ahi terminó mi sueño. Desperté con Danny a mi lado, sin que nada hubiera pasado. Pero no podía dejar de sentirme fatal. Porqué no pude alcanzarlo? Porqué no me fue posible consolarlo? Porqué lloraba de esa forma?
Dios, si hubieran visto su mirada... estaba totalmente desolado...
Cuando Danny se despertó (o no recuerdo si ya estaba despierto) le platiqué el sueño, y me dijo que no me preocupara, que probablemente no habría sido nada...
Pero cómo no preocuparme? Era el Papa!!! Y lloraba terriblemente, como si estuviera muriendo!!! Y el problema es que ya estaba muerto para ese entonces...
Trataba de decirme algo? Tal vez necesitaba decirme algo, y yo no lo supe escuchar... y eso me atormenta...
Yo tan solo espero que, si trataba de decirme algo, pueda soñar de nuevo con él, y Dios me de las fuerzas para poder escucharlo y comprenderlo...
Los sueños carecen de precio por ser de gran valor, que el camino hacia ellos muchas veces cueste sacrificio, voluntad y perseverancia no la prostituye sino aquel que se venda por alcanzarlos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario