Ayer fue un dia muy malo para mi... regresaron a mi cabeza los pensamientos oscuros que tuve hace tiempo...
Creo que a nadie beneficia el que yo me encuentre aqui, en el mejor de los casos soy solo una distracción para algunos, y en el peor, estoy complicándole la vida a la gente que quiero. Y eso es muy triste.
He llegado a mis 25 y no he cumplido absolutamente ninguno de mis sueños... se suponía que al llegar a los 25 años, uno debe de estar ya establecido en la vida, debe de haber terminado su carrera, debe de estar en busqueda de un trabajo "de verdad", debe de estar apenas en la busqueda de una pareja estable, o en su defecto, debe de estar parrandeando sin cesar...
Y en mi, no existe ninguna de esas cosas.

No se que pensar, no se que sentir realmente... se que estos pensamientos no me llevan a ninguna parte, pero no puedo evitar tenerlos, y más en estos momentos en que nada en mi vida se ve con claridad.

Sobre la niñez perdida...

Cuando uno se empieza a hacer viejo se llena de tanta porquería mental... que si las deudas, que si el trabajo, que si la pareja, que si salgo del closet (para algunos, jejeje), que si me salgo de mi casa, que si ya dejé la escuela, que si bajo porno de internet, que si la pastilla del día siguiente...

ARGH!! Completa basura...

También añoro aquellos días en que podías realmente mostrar inocencia, en que podías reir por horas jugando con tus amigos o incluso con tus hermanos, donde un abrazo era más que suficiente para apaciguar cualquier dolencia física, pues las dolencias del alma aún no existían para ti...Ahhh que decir de que aquellos días eran más seguros!! A webo que lo eran!! Podías salir a la tienda sin que hubiera necesidad de que tu mamá te vigilara desde la entrada de tu casa. No tenías que preocuparte porque fulano o mangano señor fueran pedófilos y te miraran con malos ojos. No tenías que hacer algo complicado para sacarte una sonrisa, bastaba con esperar al "señor de las nieves" que pasaba todas las tardes por tu casa, y con eso se te iluminaba la tarde...

Ahhh, pero bueno, la niñez llega y se va en un segundo, y no regresa nunca más... Creo que lo único que nos queda es recordarla y tratar de no perder a ese niño interior que queda dentro de nosotros...