Mitos durante la maternidad

No se podrían abarcar todos los mitos que rodean el embarazo, así que presentamos a continuación los más comunes con aclaraciones de expertos en el campo

Es tan complejo y perfecto el proceso de reproducción humana que nuestros antepasados, incapaces de entender lo que ocurría, buscaron explicaciones en la cultura popular o en los astros. Así nacieron muchas de estas supersticiones:

1. “Levantar ambos brazos a la vez puede provocar que al bebé se le enrede el cordón umbilical”
El bebé está en un lugar protegido y el útero no se ve afectado por la actividad física de la madre. Si por su trabajo, usted debe alzar sus brazos con frecuencia y esto le cansa, procure hacerlo sentada. Piense positivamente y no se deje influenciar por estos cuentos.

2. “Es mejor no manejar cuando está embarazada”
Manejar durante el embarazo no involucra ningún esfuerzo físico. En el tanto no se haga irresponsablemente y siempre ande con su cinturón de seguridad puesto, no hay ninguna contraindicación. Sin embargo, al final del embarazo por el tamaño de la panza, el mal estado de las carreteras y el estrés que ocasiona manejar en la ciudad, quizá deba limitarlo.

3. “Ver un eclipse durante el embarazo dejará manchada la piel del bebé”
Definitivamente, las lesiones vasculares de la piel NO se relacionan con ningún fenómeno prenatal. Estas manchas, que pueden ir desde un color fresa hasta uno vino, se dan muy esporádicamnete y, según sus características específicas, pueden disminuir en tamaño o crecer con el niño.

4. “Las relaciones sexuales durante el embarazo son peligrosas para el bebé”
En caso donde se presenta amenaza de parto prematuro, un sangrado o cualquier otra complicación, obviamente la abstinencia es lo recomendado. Pero, si no, nada impide que tenga relaciones sexuales. El bebé está protegido y aislado del contacto directo.

5. "El bebé sietemesino es más saludable que el ochomesino”
Este es uno de los mitos más arraigados y, a la vez, más falsos pues entre más al término esté el bebé, mayor madurez tendrán sus órganos; y entre más madurez de órganos, mayor posibilidad de vivir sin complicaciones.

6. “Nacen más bebés durante la luna llena”
Entre la población general y aún entre el equipo de atención de partos, existe la creencia de que el número de partos aumenta cuando la luna está en su fase llena. Sin embargo, la observación simple de un fenómeno no puede llevar a conclusiones definitivas, ni tampoco –por muy antiguas y arraigadas que sean– las creencias populares.
Pruebas y estudios científicos han demostrado que no hay un incremento en el número de nacimientos en este periodo, aunque sí hay más actividad y presencia de síntomas no desencadenantes del parto.

7. “Una vez que ha tenido una cesárea todos los hijos posteriores deberán nacer por cesárea”
La Asociación Americana de Ginecología y Obstetricia ha declarado que la mujer que ha tenido un parto por cesárea debe tener la oportunidad de intentar tener un parto por vía vaginal. Se ha comprobado que más de un 75% de esas mujeres lo lograrán, si las condiciones que llevaron a practicar la cesárea anterior no se presetan en el parto actual. Toda mujer merece, al menos, la posibilidad de intentar tener un parto normal ya que es mejor para la madre y el niño.

8. “Los bebés grandes no se llenan sólo con leche materna”
Esta creencia es idea de la madre, porque la producción de lecho no depende del tamaño del bebé, sino de la succión que este ejerza sobre las glándulas mamarias. La naturaleza es sabia, pues la leche se produce en la cantidad que el bebé o los bebés necesiten, en el caso en que sean más de uno.

9. “La madre que trabaja no es buena madre”
Los cambios que ha tenido la sociedad moderna han repercutido sobre la pareja y la familia, pues cada vez son más las mujeres que continúan trabajando después de haber tenido un hijo, sea por necesidad o por deseo personal. El niño va a estar bien mientras los padres estén bien.

10. “Cortar el pelo al bebé le asegura una buena calidad de pelo”
Rasurarle el pel oa su bebé de ninguna manera producirá una calidad de pelo mejor de lo que la genética le ha destinado.