Visiones

Qué tanto puede contar un persona que ha vivido sobre la tierra por solamente treinta y tres años?? Muchos podrían suponer que muy poco, pero existimos algunas excepciones que rompemos esa regla. Hi. Im Marissa and this is me...

Nota

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Marissa_Inmortal

miércoles, 1 de julio de 2009

La Suegra y la Nuera



Hace mucho tiempo, una joven China llamada Lee se casó y fue a vivir con el marido y la suegra. Después de algunos días, no se entendía con ella. Sus personalidades eran muy diferentes y Lee fue irritándose con los hábitos de la suegra, que frecuentemente la criticaba. Los meses pasaron y Lee y su suegra cada vez discutían más y peleaban.

De acuerdo con una antigua tradición china, la nuera tiene que cuidar a la suegra y obedecerla en todo. Lee, no soportando más vivir con la suegra, decidió tomar una decisión y visitar a un amigo de su padre.
Después de oírla, él tomó un paquete de hierbas y le dijo: "No deberás usarlas de una sola vez para liberarte de tu suegra, porque ello causaría sospechas".

Debes darle varias hierbas que irán lentamente envenenando a tu suegra. Cada dos días pondrás un poco de estas hierbas en su comida. Ahora, para tener certeza de que cuando ella muera nadie sospechará de ti, deberás tener mucho cuidado y actuar de manera muy amigable. No discutas, ayúdala a resolver sus problemas. Recuerda, tienes que escucharme y seguir todas mis instrucciones" .

Lee respondió: "Si, Sr. Huang, haré todo lo que usted me pida". Lee quedó muy contenta, agradeció al Sr. Huang, y volvió muy apurada para comenzar el proyecto de asesinar a su suegra. Pasaron las semanas y cada dos días, Lee servía una comida especialmente tratada a su suegra. Siempre recordaba lo que el Sr. Huang le había recomendado sobre evitar sospechas, y así controló su temperamento, obedecía a la suegra y la trataba como si fuese su propia madre.

Después de seis meses, la casa entera estaba completamente cambiada. Lee había controlado su temperamento y casi nunca aborrecía a su suegra. En esos meses, no había tenido ni una discusión con ella, que ahora parecía mucho más amable y mas fácil de lidiar con ella. Las actitudes de la suegra también cambiaron y ambas pasaron a tratarse como madre e hija.

Un día Lee fue nuevamente donde el Sr. Huang, para pedirle ayuda y le dijo: "Querido Sr. Huang, por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra. Ella se ha transformado en una mujer agradable y la amo como si fuese mi madre. No quiero que ella muera por causa del veneno que le di".

El Sr. Huang sonrió y señaló con la cabeza: "Sra. Lee, no tiene por que preocuparse. Su suegra no ha cambiado, la que cambió fue usted. Las hierbas que le di, eran vitaminas para mejorar su salud. El veneno estaba en su mente, en su actitud, pero fue echado fuera y sustituido por el amor que pasaste a darle a ella".

En la China existe un adagio que dice: "La persona que ama a los otros, también será amada". La mayor parte de las veces recibiremos de las otras personas lo que les damos y por eso ten cuidado!!!

Acuérdate siempre: "El plantar es opcional, pero la cosecha es obligatoria, por eso ten cuidado con lo que plantas"

Por que las mujeres tardamos tanto en el baño?


El gran secreto de todas las mujeres respecto a los baños públicos es que de chiquita tu mamá te llevaba al baño, te enseñaba a limpiar la tabla del inodoro con papel higiénico y luego ponía tiras de papel cuidadosamente en el perímetro de la taza.
Finalmente te instruía: 'Nunca, nunca te sientes en un baño público'. Y luego te mostraba 'la posición' que consiste en balancearte sobre el inodoro en una posición de sentarse sin que tu cuerpo haga contacto con la taza.
'La Posición' es una de las primeras lecciones de vida de una niña, súper importante y necesaria, nos ha de acompañar durante el resto de nuestras vidas.

Pero aún hoy en nuestros años adultos,'la posición' es dolorosamente difícil de mantener cuando tu vejiga está a punto de reventar.

Cuando TIENES que ir a un baño público, te encuentras con una cola de mujeres que te hace pensar que dentro está Brad Pitt.

Así que te resignas a esperar,
sonriendo amablemente a las demás mujeres que también están discretamente cruzando piernas y brazos en la posición oficial de 'me estoy 'meando''. Finalmente te toca a ti, si no llega la típica mamá con 'la niñita que no se puede aguantar más'.
Entonces verificas cada cubículo por debajo para ver si no hay piernas.
Todos están ocupados. Finalmente uno se abre y te lanzas casi tirando a la persona que va saliendo.
Entras y te das cuenta de que el picaporte no funciona (nunca funciona);
no importa... Cuelgas el bolso del gancho que hay en la puerta, y si no hay gancho (nunca hay gancho), inspecciónas la zona, el suelo esta lleno de líquidos indefinidos y no te atreves a dejarlo ahí, así que te lo cuelgas del cuello mientras miras como se balancea debajo tuyo, sin contar que te desnuca la correa, porque el bolso está lleno de cositas que fuiste metiendo dentro, la mayoría de las cuales no usás, pero que las tienes por si acaso...

Pero volviendo a la puerta... Como no tenía picaporte, la unica opción es sostenerla con una mano, mientras que con la otra de un tirón te bajas la pantaleta y te pones en 'la posición'... Alivio...... AAhhhhhh.... por fin... Ahí es cuando tus muslos empiezan a temblar.... Por que estás suspendida en el aire, con las piernas flexionadas, los calzones cortándote la circulación de los muslos, el brazo extendido haciendo fuerza contra la puerta y un bolso de 5 Kg. Colgando de tu cuello.
Te encantaría sentarte, pero no tuviste tiempo de limpiar la taza ni la cubriste con papel, interiormente crees que no pasaría nada pero la voz de tu madre retumba en tu cabeza 'jamás te sientes en un sanitario público!!', así que te quedas en 'la posición' con el tembleque de piernas...

Y por un fallo de cálculo en las distancias una salpicada finíííííísima del chorro te salpica en tu propias nalgas y te moja hasta las medias!!!
Con suerte no te mojas tus propios zapatos, y es que adoptar 'la posición' requiere una gran concentración.
Para alejar de tu mente esa desgracia, buscas el rollo de papel higiénico peeero, nooo hayyyyyy...! El rollo esta vacío...! (siempre) ... Entonces suplicas al cielo que entre los 5 kilos de cachivaches que llevas en el bolso haya un miserable kleenex,
pero para buscar en tu bolso tienes que soltar la puerta, dudas un momento, pero no hay más remedio...
Y en cuanto la sueltas, alguien la empuja
y tienes que frenar con un movimiento rápido y brusco,
mientras gritas OCUPAAADOOOO!!! ahí das por hecho que todas las que esperan en el exterior escucharon tu mensaje y ya puedes soltar la puerta sin miedo,
nadie intentará abrirla de nuevo (en eso las mujeres nos respetamos mucho)
Sin contar el garrón del portazo, el desnuque con la correa del bolso,
el sudor que corre por tu frente, la salpicada del chorro en las piernas...
El recuerdo de tu mamá que estaría avergonzadísima si te viera así;
porque sus "pompis" nunca tocaron el asiento de un baño público,
y es que francamente, 'tu no sabes qué enfermedades podrías agarrar ahí'.
...estás exhausta, por fin localizas en tu bolso 2 'kleenex' a medio uso ... ¡suficiente!, con el primero secas lo más posible tus piernas y las salpicaduras,
como todavía tiene capacidad secante, lo colocas en medio del segundo kleenex,
y terminas el secado... cuando te paras ya no sientes las piernas, te acomodas la ropa rapidísimo y tiras la palanca con el pie ¡sobretodo! muy importante.
Entonces vas al lavamanos.
Todo esta lleno de agua así que no puedes soltar el bolso ni un segundo,
te lo cuelgas al hombro, no sabes cómo funciona la canilla con los sensores automáticos, así que tocas hasta que sale un chorrito de agua fresca,
y consigues jabón, te lavas en una posición de jorobado de Notredame
para que no se resbale el bolso y quede abajo del chorro...
El secador ni lo usas, es un trasto inútil así que terminas secándote las manos
en tus pantalones, por que no piensas gastar tu último kleenex para eso y sales...

En este momento ves a tu chico que entró y salió del baño de hombres
y encima le quedo tiempo de sobra para leer un libro de Borges mientras te esperaba.
'¿Por qué tardaste tanto?'' te pregunta el idiota.
'Había mucha cola' te limitas a decir.

Y esta es la razón por la que las mujeres vamos en grupo al baño, por solidaridad, ya que una te aguanta el bolso y el abrigo, la otra te sujeta la puerta, otra te pasa el kleenex por debajo de la puerta y así es mucho más sencillo y rápido
ya que uno sólo tiene que concentrarse en mantener 'la posición' y la dignidad...

Mi Familia!

Mi Familia!