Israel...
Con tan solo mencionar su nombre me remonto a una época de confusión, de ansiedades, de rebeldías... La secundaria.
El día que conocí a Israel, me había hecho la pinta de la escuela junto a uno de los niños más populares y atractivos que había en la secundaria. Este niño se había convertido en mi amigo, y (por supuesto) yo quería con él.
Nos fugamos de la clase por que ambos habíamos despertado con un tedio especial respecto a presentarnos frente a un montón de profesores que no harían más que regañarnos por no haber hecho los deberes, así que tomamos el autobus y nos dirigimos a la Universidad de Arquitectura.
En mis extraños pensamientos, yo llegué a pensar que esa sería mi oportunidad de ligar con él, por lo que me preparé mentalmente para estar abierta a lo que pudiera suceder. Pero claro, el destino estuvo en desacuerdo, pues él tenía planes de encontrarse con unos amigos de toda la vida.
Y estos amigos eran, precisamente, Israel, Tony (novio de Israel), Alejandro y Alfonso (que eran pareja también).
Yo jamás había convivido con niños gay, pero me había enseñado desde chica a tener una mente muy abierta, por lo que no tuve ningún problema por ello.
Fuimos a ver tv a casa de mi amigo, y me entendí de inmediato con Israel, quien adivinó las intenciones que yo tenía con el susodicho. Total de que nos entendimos a las mil maravillas, y me deseó la mejor de las suertes con éste chico.
Total, que a los pocos días ya estábamos intercambiando llamadas, haciéndonos confesiones, haciéndonos la pinta.
Este niño se convirtió en la persona que más me ha conocido, que más me ha compendido, amado y respetado.
Y esa persona a la que yo tanto amé, cuidé, respeté y por la que moriría sin siquiera pensarlo, murió el 29 de mayo del 2000 víctima de un problema respiratorio que le provocó el Sida.
Esto me destrozó, llevándome al borde de creer que me estaba volviendo loca. Pero él me hizo salir del hoyo en el que caí después de su muerte, ya que él me impulsaba siempre a sonreír, superar los problemas que tuviera en ese momento y afrontar el mundo de frente... Sin miedo a nada.
Con tan solo mencionar su nombre me remonto a una época de confusión, de ansiedades, de rebeldías... La secundaria.
El día que conocí a Israel, me había hecho la pinta de la escuela junto a uno de los niños más populares y atractivos que había en la secundaria. Este niño se había convertido en mi amigo, y (por supuesto) yo quería con él.
Nos fugamos de la clase por que ambos habíamos despertado con un tedio especial respecto a presentarnos frente a un montón de profesores que no harían más que regañarnos por no haber hecho los deberes, así que tomamos el autobus y nos dirigimos a la Universidad de Arquitectura.
En mis extraños pensamientos, yo llegué a pensar que esa sería mi oportunidad de ligar con él, por lo que me preparé mentalmente para estar abierta a lo que pudiera suceder. Pero claro, el destino estuvo en desacuerdo, pues él tenía planes de encontrarse con unos amigos de toda la vida.
Y estos amigos eran, precisamente, Israel, Tony (novio de Israel), Alejandro y Alfonso (que eran pareja también).
Yo jamás había convivido con niños gay, pero me había enseñado desde chica a tener una mente muy abierta, por lo que no tuve ningún problema por ello.
Fuimos a ver tv a casa de mi amigo, y me entendí de inmediato con Israel, quien adivinó las intenciones que yo tenía con el susodicho. Total de que nos entendimos a las mil maravillas, y me deseó la mejor de las suertes con éste chico.
Total, que a los pocos días ya estábamos intercambiando llamadas, haciéndonos confesiones, haciéndonos la pinta.
Este niño se convirtió en la persona que más me ha conocido, que más me ha compendido, amado y respetado.
Y esa persona a la que yo tanto amé, cuidé, respeté y por la que moriría sin siquiera pensarlo, murió el 29 de mayo del 2000 víctima de un problema respiratorio que le provocó el Sida.
Esto me destrozó, llevándome al borde de creer que me estaba volviendo loca. Pero él me hizo salir del hoyo en el que caí después de su muerte, ya que él me impulsaba siempre a sonreír, superar los problemas que tuviera en ese momento y afrontar el mundo de frente... Sin miedo a nada.
"Relájate y Goza" era una de sus frases favoritas. No se aplicaba tanto en lo sexual, como uno pensaría, sino en que debes de tomar la vida sin estresarte tanto, y no preocuparte tanto pot lo que los demás dirán, o harán. Preocuparte únicamente por vivir y sonreír, y disfrutar de la existencia misma.
Por desgracia, su novio también murió antes que él, y también Alejandro. El único que (hasta enero del 2005) yo sabía que se encontraba bien, era Alfonso. Tanto él como Alejandro huyeron a Houston en el año 2002 en busca de un mejor tratamiento, y se la habían arreglado bien... hasta que Alex decidió quitarse la vida en Noviembre del 2004. Alfonso y yo mantuvimos la comunicación más o menos hasta enero, ultima vez que llegué a saber de él. Pero confío en que Dios me lo está cuidando y se encuentra perfectamente.
Al menos tengo el consuelo de que Israel me está cuidando desde el cielo, vigilando cada uno de mis movimientos. Confío en eso plenamente.
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